Arrancamos con todos nuestros petates prontos
y bien desayunados, a las 9 de la mañana. A las 12 de mediodía no lográbamos aún
dejar la diminuta pero lujosa vecindad de Moquehue, atrás. Seguíamos las
referencias de la Guía de Campo 2014 ya que esta etapa de Huella Andina nunca
fue habilitada ni señalizada. El camino ancho que sale a la derecha del puente
sobre el río Quillahue y llega a un claro, ese camino nunca lo encontramos. Sí
encontramos el puente, obvio, y si bien hay un camino ancho que sale a la
derecha, a menos de 300 metros este camino vuelve sobre la ruta principal que
conecta Aluminé-Ñorquinco.
Intuimos que algo en la explicación estaba
mal. Quizás era el camino a la izquierda, el que dice hacia Altos de Moquehue.
Un par de nosotras salimos a averiguar. Una de las personas que contactamos
resultó ser un guía, amable pero que por todos los medios trató de convencernos de que no saliéramos hacia Puesto Viejo. Lo primero que hizo fue preguntarnos: -ustedes
saben lo que es Pulmari? Nos dio una cátedra y nos advirtió que no podíamos
entrar ahí, que alguien monitoreaba esa región. Que nos iban a sacar. Que no
nos obstinemos con eso. Que la Huella Andina no existe. Que algún inconsciente
con un GPS dibujó esos mapas. Los mapas de la Guía son muy malos, es verdad.
Sirven más de estorbo que de ayuda. Este guía nos quería mandar a una cascada a
8 km. Nos mandó en una dirección que dijo que se bifurcaba y nos podía conectar
con ese sendero inexistente que nosotros queríamos tomar. Intentamos salir por ahí pero seguíamos en
medio de ese laberinto entre lujoso y polvoso. Por ahí estaba gendarmería, así
que me acerqué a preguntar y la reacción fue horrible, casi violenta y de una
ofuscación temible. Que no. Que no se podía. Que si entrábamos a Pulmari nos
iban a tener que sacar. Intenté con la historia de la "promesa" y casi se me
caían las lágrimas. -Por lo menos decime por dónde, le supliqué; el verdolaga,
cruzado de brazos, asomó su mano larga por debajo del sobaco y saludó hacia el
sur-sudoeste.
-y no seas tan mala onda de
mandarnos a sacar -me despedí yo.
Al rato vadeamos un río por donde los autos
también vadean, pasamos por un pequeño caserío, y llegamos a una tranquera que
decía “Pulmari”, PROHIBIDO EL PASO; por supuesto pasamos.
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Caminos de Pulmari |
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Es un camino ancho, un bosque cada vez más
agradable de pehuenes. Sube. A la mediahora hay una bifurcación o unión de dos
caminos similares. Algo así figura en la Guía. Leímos y releímos y llegamos a
la conclusión de que habíamos entrado por la boca errónea pero que estábamos bien y que
debíamos seguir por el de nuestra derecha, el que sube hacia el sur. Era ese
camino ya que, más adelante se encuentra con el cauce seco de piedras rosadas,
pero aquí fue nuestra confusión. Seguimos caminando, tras cruzar ese cauce
seco. Seguimos y seguimos en dirección oeste y luego subiendo y subiendo más al
sur. Entramos a un bosque sombrío donde una huella se vislumbraba apenas sobre
la hojarasca seca y opaca. Después llegamos a un lengal achaparrado y lo
encaramos por nuestra derecha. Había una picada bien marcada y que había sido
limpiada hacía un mínimo de dos días. Los machetazos estaban frescos en las
ramas de los arbustos y los brotes caídos todavía verdes. Había huellas de un
solo tipo de botas. Huellas grandes con suela de borcego pesado. Entre los
ñires iba contorneando el sendero, siempre hacia el sur sudoeste. Bastante al
oeste y con tendencia a subir. Cruzamos un arroyo caudaloso y de piedras
grandes y luego varios mallines pequeñitos y un arroyo más tranquilo y angosto
que se podía cruzar de un salto. Llegamos a una montaña pelada, con arenisca y
algunas flores. El filo no estaba lejos.
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Buscando el filo de un cerro Plomo |
No estábamos seguros de que ese fuera el cerro
Plomo a cuyo filo, según dice la Guía, debemos subir. El GPS de una compañera
nos marcaba 1950 metros de altura, y el filo del Plomo decía estar a 1850
metros. Además, este GPS nos señalaba una distancia ya caminada de 20 km y la
distancia de Moquehue a Puesto Viejo era mucho menor (según la Guía) de 13 a 14
km.
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Buscando el filo del cerro Plomo |
Subí al filo y estando arriba, con mi mochila
y todo, no veía más que cerros grises y rosados con manchones salteados verdes;
parte de la tropa me gritó desde abajo que preferían descansar por ahí abajo
así que regresamos hasta el arroyo caudaloso de piedras grandes e improvisamos un
vivac en una campito pequeño pero suficiente y bastante plano para desplegar
nuestra toldería.
Organizamos un fogón prudente cerca de la
corriente de agua, cenamos rico como siempre y descansamos tranquilos y contentos
a pesar de no haber alcanzado nuestro destino del día.
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Improvisamos campamento y vivac en lugar desconocido |
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Improvisamos campamento y vivac en lugar desconocido |
Todavía no sabemos adónde estuvimos, pero
estuvo bueno. Como dice un amigo en inglés "if there is no way, leave a trail."
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Será por ahí el Cerro Plomo??? |